
Curso de quiromasaje en Estepona: nuevo centro Namaste en la Costa Del Sol
01/03/2021
¡Feliz Aniversario Namaste! 2 años de actividad,más de 200 alumnos diplomados
29/03/2021Namaste sigue creciendo y creando nuevos puntos de formación. Entre marzo y abril darán comienzo nuevos cursos (echa un vistazo a la programación de Namaste Ibiza y al calendario de San Pedro Alcántara) y, al mismo tiempo, se concretarán importantes novedades. Gracias a la colaboración con el Ohtels Campo de Gibraltar y al Centro de Formación Edduca, el curso de quiromasaje, a diferencia del pasado, tendrá lugar en tres sitios distintos de la Costa del Sol: San Pedro Alcántara, La Línea de la Concepción y Estepona (para más información pincha en este enlace).
¿A qué se debe el éxito de tan rápida ampliación?
Se lo hemos preguntado a Mario Eguizabal, cofundador de la escuela de naturopatía Namaste.
Mario, en los últimos meses, Namaste ha triplicado la propuesta formativa en quiromasaje a lo largo de la Costa del Sol: ¿cuál es el secreto de un crecimiento tan rápido?
El secreto es trabajo, constancia, ilusión y sobre todo creer en lo que haces. Nos apasiona el mundo de la naturopatía y para nosotros, el quiromasaje es la base, la ocasión perfecta para conocer el cuerpo humano y su funcionamiento. El conocimiento hace que la gente se enganche a este tipo de formaciones.
Llevo años dedicándome a la dirección y formación en este sector y he visto como ha crecido la demanda de este tipo de cursos. Parece contradictorio, pero, en el momento que estamos pasando, por culpa de la pandemia muchas empresas están obligadas a cerrar mientras que Namaste apuesta por seguir creciendo y llevando sus cursos a lo largo de la Costa del Sol y Baleares. Lo hacemos porque estamos seguros de que es el momento perfecto para la formación, en cualquier ámbito.
La formación en quiromasaje es uno de los cursos más importantes para Namaste. En su presentación especificáis que el ciclo va dirigido a todo tipo de público y que no hace falta tener conocimientos previos para formarse. Desde el punto de vista de un hipotético paciente, la pregunta surge espontanea: ¿cómo es posible que una persona que no sabe nada del funcionamiento del cuerpo humano, en pocos meses pueda estar preparado para dar un buen masaje?
Yo te puedo hablar desde nuestro punto de vista, por el tipo de formación y horas que impartimos en Namaste. He visto cómo trabajan otros centros que, a mi parecer, imparten pocas horas para conseguir una preparación de calidad. Algunos centros no llegan ni al mínimo de horas (150) aconsejadas por las federaciones o imparten formación online o cursos intensivos de sólo 1 mes. Yo estoy totalmente en contra de esta costumbre y creo que ese tipo de formación (por lo menos para el quiromasaje) deberían de estar prohibidas.
En Namaste tenemos un programa de formación homologado, con 215 horas teórico – prácticas, repartidas en 9 meses. Aplicamos un método de enseñanza propio para que el alumno pueda integrar todos los conocimientos (tanto teóricos como prácticos) y llegar a proporcionar una atención de calidad hacia cualquier tipo de cliente. Nos aseguramos de que el alumno adquiera una base sólida de anatomía (del aparato locomotor) y por supuesto, contamos con exámenes teóricos y prácticos que el alumno debe superar para poder adquirir la titulación.
Pensando en las necesidades del alumnado, la pregunta que personalmente me haría es: ¿Cómo se ofrece un curso cuyos contenidos y niveles de profundización pueden ser válidos tanto para gente inexperta, como para personas que ya tienen experiencia o saben utilizar otras técnicas de masaje?
Si la persona ya tiene experiencia en masajes y viene a este curso, es porque ha aprendido a hacer masaje sin más, no ha hecho un curso estructurado.
El quiromasaje no es aprender a hacer un masaje, eso lo puedo enseñar en 2 días. El quiromasaje se consigue sólo aprendiendo previamente anatomía, significa utilizar diferentes tipos de técnicas y elegir el tipo de masaje que necesita cada tipo de cliente, es saber cuándo poder actuar, y sobre todo cuando NO hacer un masaje.
He tenido alumnos que llevaban años haciendo masajes y a lo largo de nuestro curso, se han dado cuenta de que no tenían ni idea de lo que practicaban. Gracias al quiromasaje han encontrado el sentido de sus acciones y han aprendido a reconocer / saber lo que estaban tocando y manipulando.
¿Cuáles son las mayores dificultades que los alumnos encuentran a la hora de estudiar quiromasaje?
Una de las mayores dificultades consiste en volver a la dinámica de estudio: a coger el hábito, el ritmo. Hay personas que llevan muchos años sin estudiar y les cuesta retomar la costumbre. También hay que decir que, si se inscriben a un curso como este, es porque les gusta el tema y ese factor contribuye a reducir los esfuerzos del estudio: cuando algo te gusta no te cuesta trabajo.
Otra cosa que suele costar es la teoría anatómica. Hay muchos nombres que no se suelen escuchar y, evidentemente, aprender a integrar tanto vocabulario, cuesta trabajo. Tendrías que ver las caras de los alumnos cuando escuchan nombres como epitróclea, apófisis coronoides, fosita olecraniana…
¿Cuánto tarda un alumno en tomar la experiencia suficiente para poder ejercer (bien) como quiromasajista?
Eso es muy relativo, depende de varios factores: la habilidad de cada alumno, la implicación, lo que practique fuera del horario del curso, el tiempo que le dedique, etc. No se puede definir un tiempo concreto…es muy subjetivo. Sólo puedo asegurar que si nuestros alumnos siguen todas las directrices que ofrecemos, van a conseguir seguridad y serán capaces de ofrecer una atención de calidad.
Vivimos en una zona de playa donde, sobre todo en verano, hay mucha gente que se ofrece para dar masajes: ¿Cómo podemos reconocer a un quiromasajista con experiencia?
Lo vas a reconocer por la forma en que te hable, por la seguridad con la que se exprese, por las preguntas que dirige (o debería de hacerte) antes de tumbarte en la camilla. El Quiromasaje no es llegar y tumbar al paciente: enseñamos a hacer una anamnesis (una entrevista previa) para saber su historial y así entender si para esa persona ese tipo de masaje está indicado o no. Y, ya una vez en camilla, la calidad de un quiromasajista experto se reconoce por la seguridad con la que te toca y por la sensibilidad que tiene a la hora de reconocer las zonas y puntos que necesitan una real intervención.
¿Un quiromasajista poco experto puede causar problemas? Según esto artículo de la BBC, las posibilidades nefastas no son pocas: ¿tú qué opinas?
Un Quiromasajista poco experto que haya tenido una buena formación y que no haga cosas fuera de lo que es el Quiromasaje, tiene muy pocas posibilidades (por no decir ninguna) de crear un daño grave a algún cliente.
¿Cuándo pueden venir los problemas? Si el quiromasajista no tiene una buena formación, no conoce todas las contraindicaciones y trata a personas con patologías incompatibles con el Quiromasaje, entonces sí que puede crear problemas.
Otra ocasión de riesgo puede ocurrir cuando el quiromasajista quiere aplicar técnicas de osteopatía, sin ser osteópata o cuando malvenden su profesionalidad tan sólo para ganar dinero. Te pongo el ejemplo de una cliente que me pidió cita para un problema de hombro. Me comentó que estaba en tratamiento porque tenía cáncer, yo le comenté que el Quiromasaje es contraindicado en personas con tumores (por lo menos mientras están recibiendo tratamientos médicos) y me sorprendí mucho con su respuesta: no sabía que estaba contraindicado y de hecho llevaba bastante tiempo recibiendo quiromasajes por parte de un fisioterapeuta. ¿Son los fisios peligrosos? ¡Absolutamente no! Son excelentes profesionales, pero como en todos los trabajos, es posible caer en manos de gente que no está del todo preparada o a la que le falta honestidad profesional. Además, sobra recordar que, como humanos que somos, todo el mundo se puede equivocar.
Trabajas como profesor desde hace tiempo, pero tú también fuiste alumno en su día.
¿Cuál ha sido la mayor dificultad con la que te has encontrado a la hora de formarte como quiromasajista?
Como dije anteriormente, el coger el hábito de estudio fue lo que mas me costó, pero una vez conseguido, todo fue curiosamente fácil. Digo ‘curiosamente’ porque yo no era un buen estudiante: me sorprendí a mí mismo de las notas que sacaba y sobre todo de que cada vez tenía mas ganas de coger los libros y ponerme a estudiar. Empecé en un momento en mi vida en el que estaba algo perdido y fue todo un acierto acercarme al maravilloso mundo de la naturopatía.
¿Y cuál es el factor que más te enorgullece a la hora de tratar a una persona? Me refiero a una habilidad concreta o a una técnica que, con la experiencia, has ido afinando hasta sentirte particularmente orgulloso.
Desde que empecé, he evolucionado mucho y en muchos aspectos. He hecho quiromasaje, osteopatía, acupuntura, masaje thai, reflexología podal y varios cursos más. Ahora estoy cursando terapia emocional y kinesiología. De todo lo que he hecho, me he sacado mi propia forma de trabajar. Mi máxima habilidad, por lo que me dice la gente, se nota con la osteopatía cráneo sacral y, sinceramente, reconozco que es la práctica que me resulta más natural. Ahora mis tratamientos van más enfocados a la terapia emocional y a la Kinesiología: una herramienta espectacular para afinar aún más en los tratamientos.
¿Cuáles son los casos o tipologías de pacientes que dificultan el trabajo de un quiromasajista?
Los casos relacionados con problemas de hombros para mí son siempre complicados: el hombro es muy complejo y las causas de los problemas pueden ser múltiples. La experiencia y las herramientas que tengo ayudan, pero recuerdo que, al empezar, lo pasaba mal con esa zona. Más que nada porque los clientes quieren resultados rápidos y con el hombro, según sea el problema, hay que tener mucha paciencia.
¿Cuál ha sido el caso que más marcó tu experiencia como quiromasajista?
Han sido varios, pero uno de los que más me marcó fue el de una señora que vino desesperada. Llevaba mucho tiempo con mareos y vértigos, tomaba pastillas y el problema no se iba. No podía ir a comprar o llevar a su hija al parque porque sentía que se caía, estaba muy desesperada. Acudió a la consulta 2 o 3 sesiones y no volvió a tener ni mareos, ni vértigos. Cuando nos despedimos, en la última sesión me dijo: “…a mi este año me ha tocado el gordo de la Navidad: conocerte.” Estas frases son las que te marcan y te hacen sentir que estás en el camino correcto, dan sentido a tu profesión.
¿Qué consejos darías a un quiromasajista recién formado para encontrar trabajo?
Tener paciencia. Muchas veces los alumnos quieren terminar el curso y estar trabajando rápidamente y con un buen sueldo. Esa suerte pasa muchas veces, pero no siempre. Hay mucha demanda, pero hay que tener paciencia y sobre todo tener una buena formación. Debido al turismo y al gran número de hoteles y centros especializados en bienestar, en la Costa del Sol y Baleares hay mucha demanda de trabajo. Sin embargo, eso no quita que, además del conocimiento y experiencia quiropráctica, sea también muy importante conocer idiomas y sobre todo el inglés. Por esta razón, aconsejamos a nuestros estudiantes que refuercen sus habilidades lingüísticas.
Otro consejo que suelo dar a mis alumnos es que informen a toda la gente que conocen de que se han especializado en Quiromasaje. Que, al principio, la “vergüenza” y la inseguridad personal no les frene: que lo digan a boca llena, que hay mucha gente que necesita un buen Quiromasaje.
¿Y Qué errores hay que evitar a la hora de encontrar trabajo?
Yo creo que lo más importante, después de una sólida preparación, es la seguridad en uno mismo. Siempre repetimos a los alumnos que, una vez terminado el curso, crean en lo que han aprendido, que el no tener mucha experiencia no significa no ser válido. El proponerse con humildad, seguridad y buena actitud abre puertas.
Entrevista de J.Ceotto