
Osteopatía y Salud: tus centros en San Pedro Alcántara e Ibiza
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16/12/2020En el último post publicado, hemos presentado uno de los pilares más importantes de nuestra escuela: la osteopatía. Hemos detallado sus beneficios, técnicas y fundamentos para orientar a aquellas personas que desconocen esta disciplina y su inmenso potencial. Ahora, damos un pasito más y os presentamos a uno de los profesionales que trabajan en nuestro centro en San Pedro de Alcántara, tanto como terapeuta, como profesor: Miguel Ángel León.
Por: Jessica Ceotto
San Pedreño de nacimiento, Miguel Ángel tiene 38 años y se dedica al mundo de la naturopatía desde el 2007. Anteriormente se dedicaba a la actividad deportiva como entrenador personal y monitor en distintas diciplinas, ya que es Técnico superior en actividades físicas y deportivas. Realizó sus estudios en diferentes centros de la provincia y desde el 2018 trabaja en Namaste como terapeuta y como instructor en osteopatía.
¿Hola Miguel Ángel, cuéntanos: qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
De mi trabajo me gusta todo: me apasiona poder compartir conocimientos y experiencias, y seguir aprendiendo de cada alumno o de cada usuario que se pone en mis manos. Es una enorme satisfacción sentir que una persona que haya confiado en mí se sienta mejor.
¿Cómo actúa un osteópata a la hora de tratar a un paciente?
Un osteópata fundamentalmente se encarga de valorar las posibles disfunciones que presente el usuario y las normaliza. Bàsicamente restaura el equilibrio corporal mediante técnicas distintas, cuyo fin comun es econtrar un estado de confort global.
¿Qué medios se utilizan para diagnosticar un problema?
Más que para diagnosticar, hablaremos de valorar; sólo los médicos diagnostican. Dicho esto, utilizamos distintas herramientas para valorar el estado del usuario como, por ejemplo, su movilidad, test posicionales, la palpación de la zona… y ese análisis nos da la información necesaria para poder crear un protocolo de trabajo personalizado y adaptado a cada usuario.
¿Qué tipos de técnicas utiliza la osteopatía para tratar un problema?
El osteópata utiliza técnicas de trabajo de tejido conjuntivo, tejido blando, trabajar la musculatura (puntos gatillo, estiramientos…), técnicas miotensivas, técnicas funcionales, técnicas de normalización, técnicas craneosacrales, técnicas viscerales …
Osteopatía estructural y cráneo sacral: ¿cuál es la diferencia y cuándo se utiliza una u otra?
La diferencia fundamental es que la osteopatía cráneo sacral se rige por los movimientos respiratorios primarios que mueven el flujo del líquido cefalorraquídeo. En el interior del cráneo existe un ritmo respiratorio, unas suaves pulsaciones producidas por la fluctuación del líquido cefalorraquídeo que rodea los huesos craneales, envolviendo al cerebro, médula espinal y todos los nervios y expandiéndose así por todo el organismo. El recorrido de este líquido es circular: bajando desde el cráneo por la médula espinal llega hasta el sacro, para posteriormente volver al cráneo. Por esta razón, los huesos craneales y sacro tienen un movimiento propio que mediante expansión y contracción afecta a órganos y tejidos corporales. Además de estas suaves pulsaciones, existen otros movimientos craneales aún más suaves y profundos llamados mareas. Estos fluidos desempeñan una función importante en la distribución de nuestra potencia biodinámica y son los que más trabajamos con las técnicas craneosacrales. La palpación y trabajo del terapeuta es muy suave y esto permite ayudar a liberar al cuerpo sus resistencias y bloqueos. Este “tacto” se realiza en varios puntos del cuerpo desde la cual recibimos los diferentes estados de tensión. Detectando e interpretando estos ritmos de expansión y contracción mediante una delicada palpación, recibimos información de todo el organismo y, de esta forma, podemos detectar las zonas de bloqueo o resistencia. La falta de movilidad de este ritmo en ciertas áreas, indica una disfunción en la zona.
A mi modo de entender la profesión, no se puede separar el trabajo de la osteopatía estructural desde el cráneo sacral, porque, como decía Taylor Still (padre de esta disciplina), el cuerpo funciona como una única unidad. Todas nuestras estructuras están relacionadas y basta el desequilibrio de una para desequilibrar al resto.
La osteopatía no sólo trata la estructura musculoesquelética sino también a las vísceras: ¿cómo se trabajan y por qué es necesario hacerlo?
Todas las componentes de nuestro organismo están interconectadas: lo de arriba tiene relación con lo de abajo, lo de delante con lo de detrás, lo de dentro con lo de fuera y viceversa. El trabajo visceral tiene relación directa con nuestro sistema nervioso vegetativo y cualquier disfunción estructural se repercute sobre nuestras vísceras. Y vuelvo a nombrar al señor Still, el cual dictaminó un principio por lo que “la estructura gobierna la función”.
¿Crees que la osteopatía es más indicada para tratar un problema o para prevenirlo?
Hoy en día, desde mi experiencia, la osteopatía se utiliza para tratar un problema, pero es importante entender cómo, de hecho, nuestra intervención puede prevenir futuras complicaciones. Hay que hacerle ver al usuario lo importante que es el día a día, el control postural, el ejercicio, la alimentación, el descanso, etc.… para recuperar un estado de confort y bienestar. En este sentido, trabajamos también sobre la prevención de futuras complicaciones.
Tú eres osteópata y kinesiólogo: ¿cómo se relacionan estas dos disciplinas y cómo las combinas en tus consultas?
Personalmente, utilizo la kinesiología para obtener información sobre la persona y así poder llegar al foco del desequilibrio. Considero que son herramientas complementarias y al final es la intuición profesional la que me hace decantarme por centrarme en utilizar una técnica u otra.
Cuál de las dos consideras más poderosa o resolutiva?
Las dos son fantásticas herramientas de trabajo, el objetivo final de ambas es el mismo: restaurar el equilibrio y reestablecer el estado de confort de la persona, ya sea físico, energético y/o emocional.
Osteopatía y empatía: ¿existe una conexión?
Siempre están conexionados. Hay que establecer conexión con la persona que se pone en tus manos. Hay que intentar comprenderla para poder encontrar la causa de su malestar sea físico, energético y/o emocional y poder restablecer su equilibrio.
¿Eso significa que cualquier persona puede formarse como osteópata pero que la diferencia entre profesionales igualmente preparados puede ser considerable?
Esto pasa con cualquier profesión que elijas. ¿En qué se diferencia un profesional “bueno” con un profesional “malo”? Pues en la formación obtenida, en los conocimientos de la materia, en las ganas de seguir aprendiendo a diario, en la actitud…etc.
¿Cuándo es preferible acudir a un osteópata en lugar de a un fisioterapeuta?
Ambos son profesionales capacitados para conseguir un efecto positivo sobre la persona a trabajar. El problema hoy en día es el desconocimiento que existe a nivel legislativo. Se ha marcado una diferencia entre la fisioterapia y la osteopatía porque, según el BOE, esta última no es específica para el personal sanitario. No obstante, cada día son más los profesionales de la fisioterapia que utilizan la osteopatía, la acupuntura (Medicina tradicional China), la terapia emocional y las técnicas manuales con muy buenos resultados. Y crece también el numero de profesionales muy preparados en técnicas manuales (quiromasajistas, osteópatas, acupuntores) que no son reconocidos como personal sanitario.
Yo siempre digo lo mismo: el usuario debe de ser libre a la hora de elegir quien quiere que sea la persona que le ayude en su problema, pero tristemente hay muchas personas que echan por la borda el trabajo de buenos profesionales por el simple hecho de no ser oficialmente reconocido como sanitarios.
¿Hay algo que la gente desconoce de la osteopatía y que tu consideras que se debería comunicar y dar a conocer?
Desde mi humilde opinión, al osteópata se le conoce sólo como la persona que cruje, y para mí la osteopatía va mucho más allá de eso. Significa trabajar sobre el tejido blando (fascias, músculos, …), restaurar el movimiento respiratorio primario, conseguir efectos reflejos sobre el sistema nervioso y circulatorio…con el objetivo de restaurar tanto el equilibrio estático como dinámico del usuario.
Hay quien considera las terapias naturales (y entre ellas la osteopatía), como unas técnicas un poco “mágicas”, sin bases y evidencias científicas. ¿Qué responderías?
Nada es mágico, sí que hay bases y evidencias científicas sobre los resultados de las técnicas naturales, pero como dice el dicho: “no hay más ciego que aquel que no quiere ver”.
¿Cómo es posible evitar entregarse a charlatanes que se definen y trabajan como osteópatas sin tener ningún título?
Es difícil porque en todo este mundo de las técnicas naturales siempre ha existido mucho “circo”. Y para mí, esas personas son las que le hacen mal a nuestra profesión. De todos modos, el tiempo pone a cada uno en su lugar…
Lo que sí puedo aconsejar, es acudir a centros oficiales que trabajen a la luz del sol y en estructuras específicas, como lo son los centros Namastè en Ibizia y San Pedro de Alcántara. De este modo, la persona puede estar segura de que el profesional que le atiende ha recibido una formación oficial, está habilitado y pasa por constantes controles del sector.
¿Qué problemas podría causar un falso “osteópata”?
Fundamentalmente pienso que sin el conocimiento y la experiencia necesaria es totalmente imposible conseguir unos efectos positivos, reales y duraderos sobre la persona a tratar. Básicamente el paciente se da cuenta rápidamente de si la persona que la ha tratado vale o no, y, repito, el tiempo pone a cada uno en su lugar. A lo que, si puede dañar un falso profesional de la osteopatía, es a la imagen del sector. Que las personas pierdan la confianza hacia el poder de las terapias naturales por culpa de unos falsos terapeutas, es una gran pena.
¿Cuál ha sido la experiencia más significativa de tu carrera?
A lo largo de mi formación y práctica puedo decir que todas las experiencias son significativas. Las malas experiencias me han mostrado mis carencias para que pudiera dedicarle más tiempo en la búsqueda de una constante mejoría. El estudio del cuerpo humano, anatomía, fisiología, … te hacen crecer profesionalmente, pero es el contacto humano, la práctica que días tras días, afina tus habilidades e intuiciones para saber antes y mejor dónde y cómo “actuar”.
Siempre que un usuario me manifiesta un cambio en su vida es muy significativo para mí.
¿Puede pasar que un paciente acuda a tu consulta por una causa concreta, y que a lo largo de la sesión se detecten otros problemas “escondidos” que influyen en la calidad de vida sin que la persona fuese consciente de ello?
Sí que puede pasar, todos tenemos algo escondido que puede perturbar nuestro estado de bienestar. Es incluso algo común que el usuario venga con una aparente causa, y que dicho motivo sea en realidad el reflejo de otra causa que él/ella desconocía.
Además de pasar consulta, también eres profesor de osteopatía en Namaste: ¿cómo están estructurados tus cursos y a quién se dirigen?
Los cursos que imparto en Namaste son muy completos y extensos. Están estructurados en 3 años de formación, de los cuales los dos primeros se dedican a la osteopatía estructural y el tercer año a la osteopatía craneosacral y visceral. La formación culmina en dos exámenes: teórico y práctico. Al finalizar la formación y aprobando los exámenes, el estudiante obtiene un diploma oficial de la Federación española de naturopatía.
Un buen osteópata está preparado cuando tenga los conocimientos y destreza para aplicar todo lo adquirido durante la formación. La actitud, confianza y profesionalidad del terapeuta te hará reconocer que estas en buenas manos.